Refrescar el aliento con orina
Hoy en día, basta con un simple spray de enjuague bucal mentolado después de una comida con ajo. Pero en el siglo XVIII, se utilizaba un método mucho más asqueroso: la orina. Gracias a su contenido en amoníaco, se pensaba que desinfectaba la boca y blanqueaba los dientes.
Esta práctica no es nada nueva: los romanos ya lo creían firmemente. Y aunque en teoría podía funcionar, la idea de enjuagarse la boca con orina da hoy ganas de potar. Afortunadamente, la higiene bucodental ha evolucionado mucho desde entonces.
Advertisements
Advertisements

NetWorthRanker Premium
Unlock the insider news of celeb
Join exclusive events