Las bodas de enanos de Pedro el Grande

El zar reformador de Rusia, Pedro el Grande, adoraba los entretenimientos extravagantes, y ninguno más extraño que orquestar bodas simuladas entre los enanos de la corte. Obligó a docenas de personas de baja estatura a contraer nupcias en miniatura, con pequeños carruajes, banquetes diminutos y una orquesta completa tocando instrumentos cómicamente grandes. Se ordenaba a los invitados que rieran, y cualquiera que no mostrara alegría se arriesgaba al disgusto real.

Aunque Pedro presentaba estos espectáculos como diversión inofensiva, los diarios revelan que los participantes eran atrezzo humillado para la diversión del zar. Las bodas simbolizaban su poder absoluto: incluso el amor y el matrimonio eran escenarios bajo su control. Es un escalofriante recordatorio de que las “fiestas del siglo” históricas a menudo ocultaban crueldad detrás del confeti. La próxima vez que tu jefe sugiera un ejercicio de team-building forzado, alégrate de que no implique un zar, pequeños esmóquines y la amenaza de Siberia.

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