La aversión de Franz Kafka a los espejos
Franz Kafka, el autor existencialista detrás deLa metamorfosis, se sentía tan profundamente incómodo con su propio reflejo que evitaba los espejos siempre que le era posible. Creía que verse a sí mismo interrumpía su proceso creativo y alimentaba su autodesprecio interno. Sus amigos recordaban que, incluso en habitaciones bien iluminadas, Kafka inclinaba la cabeza para evitar vislumbrarse.
Sus cartas a menudo reflejan esta autoanulación, afirmando que el “yo” en su escritura era demasiado insoportable para ser real. El miedo de Kafka al espejo no era por vanidad, sino filosófico. Veía la identidad como una máscara frágil y los reflejos como verdades peligrosas. Su evitación no era solo neurótica; era casi simbólica del yo fracturado que capturó de manera tan inquietante en su ficción.