Crece la Expectación

La gasolinera, antes llena de charlas ociosas y el zumbido de fondo, había caído en un silencio tenso. La atención de todos estaba fija en el camionero y los dos motociclistas, como si estuviéramos viendo un drama en vivo desarrollarse frente a nosotros. El aire parecía espesarse, no solo con vapores de gasolina, sino con algo más pesado: expectación, y quizás un respeto silencioso que había comenzado a cambiar la energía en el lugar.

Pero no era algo que Jake y Travis notaran. Su atención seguía centrada en sus propias payasadas, aún convencidos de que eran las estrellas de este pequeño y retorcido espectáculo. Continuaron como si tuvieran el control, ciegos al hecho de que la marea ya había comenzado a cambiar. El sutil giro en la energía de la multitud se les escapó, pero para todos los demás, estaba claro: el momento ya no era solo sobre ellos.

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