Si tienes la suerte de tener un garaje, tienes el privilegio de poder proteger tu coche de posibles ladrones y de las inclemencias del tiempo. Pero a veces meter el coche en el garaje puede ser un poco justo, y es posible que hayas golpeado las puertas de tu coche contra las paredes del garaje demasiadas veces para tu gusto. Si este es el caso, ¿por qué no usar algunos de tus viejos flotadores de piscina?

Cortando tu flotador de piscina por la mitad a lo largo, puedes pegar el flotador a la pared donde abres la puerta de tu coche. Entonces, si accidentalmente abres la puerta demasiado, ¡golpeará el flotador en su lugar!

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