Ungüentos de Alquitrán y Trementina para el Pecho

En el siglo XIX, antes de que los ungüentos mentolados para el pecho se volvieran la norma, la gente trataba las infecciones respiratorias frotando alquitrán o trementina directamente en el pecho. Se creía que estas sustancias pegajosas y nocivas extraían los “vapores malos” y abrían las vías respiratorias. En algunos casos, los pacientes incluso bebían trementina diluida para una “limpieza interna”.

En lugar de calmar, estos tratamientos a menudo causaban irritación severa de la piel, quemaduras químicas y daño pulmonar. Inhalar los vapores podía inducir ataques de tos o desmayos. A pesar de esto, los bálsamos a base de alquitrán se vendieron ampliamente hasta que las regulaciones se pusieron al día con el peligro obvio. Consejo útil: nunca frotes en tu pecho algo que también se usa para limpiar pinceles.

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