Sin Preocupación Alguna
Cuando finalmente llegaron a la cima del sendero, la inquietud de Rebecca se intensificó. Anna y Andrew ya estaban allí, de pie, uno al lado del otro, sonrojados y riendo como si fueran las únicas dos personas en el mundo.
No mostraban ninguna señal de preocupación por haber dejado a Trent y Rebecca atrás. Si acaso, su enfoque el uno en el otro solo se había profundizado. Rebecca los miró fijamente, con el pecho oprimido. Su energía, no se sentía maternal o platónica. Se sentía como algo completamente diferente.
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