Sorprendiéndole


Decidida a aprovechar al máximo la sorpresa, Rebecca esperó a Andrew para darle un susto divertido cuando entrara. Se preparó una pequeña comida, ordenó el lugar para que nada pareciera fuera de lo normal, y luego se deslizó discretamente en el dormitorio. Cuando escuchó el sonido del coche aparcando, su corazón aleteó de anticipación.

Se agachó y se deslizó debajo de la cama, conteniendo la respiración y reprimiendo una risita al pensar en la reacción asustada de Andrew. Lo que no esperaba era que él no vendría solo, y que su plan desenfadado estaba a punto de tomar un giro muy oscuro.

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