La Otra Mujer


Allí, de pie en su dormitorio, había otra mujer hablando tranquilamente con Andrew. La sangre de Rebecca se heló. ¿Qué hacía esa mujer allí, en su espacio privado, en su casa?

Esperó, apenas respirando, mientras la voz de la mujer flotaba por la habitación. Luego Andrew se quitó la chaqueta y la dejó caer al suelo. Aterrizó a solo unos centímetros de la cara de Rebecca. Sus ojos se abrieron. Esto era real.

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