Vivir una vida normal

Aunque el modelaje parecía glamuroso en la superficie, Jaqi aprendió rápidamente que la realidad implicaba horarios apretados y altas exigencias, incluso para los bebés. El brillo de la industria comenzó a atenuarse a medida que luchaba por equilibrar las necesidades de su familia. Los instintos de Jaqi le decían que lo mejor para sus hijas en esa etapa era una infancia normal, sin presiones, rodeadas de sus compañeros.

Gradualmente, se alejó del modelaje y se centró en dejar que sus hijas crecieran como otros niños de su edad. Poco a poco, la vida volvió a un ritmo más equilibrado, permitiendo a Ava y Leah explorar su mundo sin las expectativas adicionales de una carrera profesional.

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