Bajo mi sombrilla, Ella, Ella
Tomar el sol en la cubierta suena maravilloso, hasta que te das cuenta de que tu vista consiste principalmente en un mar de sombrillas. Claro, te protegen de las quemaduras solares, pero también transforman la cubierta en un café callejero abarrotado con piscina.
Sí, no te freirás como un trozo de tocino, pero ¿la vista panorámica del mar abierto que esperabas? Más bien, olvídate. No esperes que tu lugar para tomar el sol sea particularmente pintoresco.
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