Unidos en Cada Desafío
Juntos, la familia enfrentó cada desafío que surgió, aprendiendo a navegar cada giro con apoyo mutuo y franqueza. Ya no guardaban sus emociones, sino que se escuchaban, compartían y se consolaban sin juzgarse.
“Iremos día a día”, dijo la madre, con la mano en la de su esposo. Cada paso adelante lo daban como equipo. A través de conversaciones honestas y un apoyo constante, reconstruyeron su mundo, más fuerte y unido que nunca.
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