Vaya, qué nada espeluznante


Felicitaciones a quien se le ocurrió este ingenioso anuncio de Sprite: reemplazar el icónico refresco con agua es un giro llamativo. ¿Pero la verdadera historia aquí? El mirón del fondo.

Acechando con demasiada intensidad detrás de dos mujeres, parece alguien que se escapó de un género completamente diferente. Claro, tal vez todo sea pura diversión, pero el ambiente es… raro. Es un recordatorio de que incluso los mejores conceptos publicitarios pueden ser secuestrados por una mirada inquietante.

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