Bebé Risitas

Esta muñeca de los años 70 que funcionaba con pilas tenía ojos que no parpadeaban y una risa que se repetía continuamente en un tono robótico y agudo. Concebida como una compañera alegre, Bebé Risitas rápidamente se ganó una reputación de ser francamente aterradora.

La risa de la muñeca sonaba más a carcajada maníaca que a risitas inocentes. Tanto niños como adultos encontraron su mirada fija y su risa incesante profundamente inquietantes. Muchos padres informaron que sus hijos tenían miedo de jugar con ella, lo que consolidó a Bebé Risitas como una de las muñecas más espeluznantes jamás producidas.

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