A quién no le gustaría que lo llevaran a cuestas alguna vez


Al principio, era solo un hombre con una camisa azul y su amigo tratando de tomar una linda foto a cuestas. Pero un ciclista desconocido que disfrutaba del atardecer en la playa se acercó y preguntó: “¿Puedo tomarme una foto con ustedes también?”.
Y accedieron gustosamente, riendo y posando juntos.

Esta es probablemente una de las fotos de playa más conmovedoras. Es una escena que demuestra que una pequeña amabilidad puede crear un recuerdo perfecto.

Advertisements
Advertisements