Para nada aterrador, no, no


Bravo al que imaginó este anuncio de Sprite; reemplazar el refresco emblemático con agua es atrevido. ¿Pero lo que más notamos? El tipo espeluznante en el fondo.

Demasiado concentrado, demasiado cerca, demasiado fuera de contexto. Parece un personaje de otra película, y no una de buen rollo. Hasta la mejor campaña publicitaria puede ser torcida por una mirada turbia.

Advertisements
Advertisements