Respeto al ave


Esta gaviota no tiene ningún respeto por los asuntos ajenos, ni por el espíritu de equipo.
Quiere esa gorra. ¿Para hacer un nido? ¿Por el estilo? ¿Para protestar contra un club deportivo? Misterio.


Mientras tanto, un humano entrecierra los ojos al sol, preguntándose dónde ha ido a parar su gorra.
Lo que sí sabemos: es audaz, tiene plumas y siembra el caos.

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