Observador de pintura

Algunas empresas contratan personas para, literalmente, ver secar la pintura. No, esto no es una broma. Es un trabajo en ciencia de materiales donde los especialistas observan cómo diferentes formulaciones de pintura se asientan, se agrietan o cambian de color con el tiempo. La tarea implica mirar paredes, a veces durante horas, tomando pequeñas notas sobre lo lento que no sucede nada.
La prueba definitiva de paciencia, los observadores de pintura a menudo cuestionan sus decisiones de vida mientras rezan en silencio para que caiga una escama. Si bien técnicamente es parte de I+D para el control de calidad, es difícil imaginar explicarles a tus hijos que tu jornada laboral la pasaste esperando que el esmalte brillante se comportara de manera diferente al mate. Spoiler: no lo hizo.