Una frase misteriosa
Una noche, mientras revisaba otra grabación de una llamada nocturna, Mark escuchó algo que lo dejó helado. La voz de una mujer —la de Emily o la de otra persona— mencionó: “la verdad sobre tu marido”. La frase resonó en la mente de Mark como una campana sonando a lo lejos. Reprodujo el fragmento una y otra vez, desesperado por distinguir las palabras circundantes, pero permanecieron amortiguadas e indistintas. Aun así, esa sola frase fue suficiente para acelerar su corazón y hacer que su mente se disparara.
¿Qué verdad podría saber Emily sobre él? Intentó recordar, ¿había algo en su pasado a lo que ella pudiera estar haciendo referencia? ¿Estaba relacionado con su ceguera? ¿Su cirugía? ¿O había algo sobre su identidad que él mismo no sabía? Los pensamientos de Mark se volvieron paranoicos, incluso caóticos. De repente, todo parecía conectado: su secretismo, el extraño dinero, las reuniones. Esa única frase había resquebrajado la superficie, revelando la posibilidad de que el misterio no se tratara solo de ella, sino también de él.
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