Realidad Fabricada
El diario detallaba una revelación espantosa: Emily había estado recibiendo pagos para mantener una mentira. El Mark que una vez amó había desaparecido años atrás bajo circunstancias misteriosas, y el hombre que leía el diario —él mismo— era un reemplazo. Toda la vida que pensó haber vivido estaba guionizada, coordinada por partes desconocidas para preservar una ilusión.
Cada página revelaba más transacciones, fechas e instrucciones. Las manos de Mark temblaban mientras las hojeaba. No estaba viviendo su vida, era el papel de otra persona, interpretado sin saberlo. A medida que la verdad se asentaba, las náuseas lo invadieron. Se dio cuenta de que no solo había sido traicionado, sino que había sido fabricado. Cada recuerdo que había compartido con Emily estaba manchado por la manipulación, cada beso era un acto ensayado.
Advertisements
Advertisements