La curiosidad se intensifica
Mientras me alejaba de la clínica, una tormenta de pensamientos se arremolinaba en mi mente. La conversación con el médico no había traído claridad, solo había profundizado el misterio. Cada respuesta vaga e incertidumbre médica dejaba huecos que pedían ser llenados. La transformación de Alan había desafiado claramente la comprensión convencional, y cuanto más pensaba en ello, más decidido estaba a descubrir cómo. Cada momento casual que habíamos compartido de repente adquirió un nuevo peso, como si las pistas hubieran estado ocultas a plena vista todo el tiempo.
A pesar de mis intentos de asegurar al médico —y a mí mismo— que todo estaba bien, no pude ignorar la necesidad imperiosa de investigar más a fondo. ¿Qué pasaría si Alan no estuviera contando algo más a nadie? ¿Y si esta historia fuera más grande de lo que habíamos imaginado? El misterio se había vuelto personal ahora. Su fuerza, su carisma, su confianza, todo apuntaba a un momento crucial que lo había cambiado todo. No tenía pruebas, solo el instinto. Pero eso fue suficiente para convencerme de que tenía que seguir buscando más a fondo.
Advertisements
Advertisements