En busca de la verdad
Decidido a ir más allá de las suposiciones superficiales, insistí en mi conversación con la prima de Alan, esperando algo, cualquier cosa, que pudiera explicar su notable transformación. “¿Hubo algún punto de inflexión? ¿Algo que destacara?”, pregunté, con la voz llena de esperanza contenida. La respuesta llegó lentamente, con pausas que insinuaban reflexión pero ofrecían poca claridad. La conversación, aunque rica en tono, no arrojó ninguna pista sólida, dejándome con más incertidumbre de la que tenía al principio.
A pesar de la falta de avances, no me sentí desanimado. En cambio, la ausencia de respuestas concretas hizo que la evolución de Alan pareciera aún más profunda. La constatación de que nadie cercano a él había sido testigo de la magnitud total de su viaje insinuaba lo personal y oculto que pudo haber sido su camino. Solo profundizó mi respeto por él, y fortaleció mi determinación de seguir este misterio dondequiera que me llevara.
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