Acercándome a la la familia
Impulsado por una necesidad incesante de respuestas, decidí hablar con alguien cercano a Alan: su prima. Esperaba que una perspectiva familiar pudiera ofrecer ideas que Alan mismo no había compartido. “Oye, ¿has notado algo diferente en Alan últimamente?”, le pregunté por teléfono. Nuestra conversación se desarrolló como un misterio que se desvela lentamente, con recuerdos y anécdotas esparcidos como piezas de un rompecabezas que no encajaban del todo. Cada detalle parecía una pista, incluso si ninguna pieza por sí sola explicaba la imagen completa.
Aunque fue un intercambio casual y amistoso, me encontré analizando cada palabra en busca de un significado más profundo. Su prima habló con cariño de Alan, pero los recuerdos ofrecidos eran vagos, centrados en momentos familiares ordinarios. Aun así, la interacción añadió una capa personal a mi creciente comprensión de la transformación de Alan. Incluso sin respuestas claras, la llamada me conmovió; una urgencia de seguir investigando, de entender cómo Alan había cambiado tan completamente y, quizás, por qué nadie más lo había notado realmente hasta ahora.
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