Recuerdos sin trascendencia
Cuando pregunté sobre el comportamiento reciente de Alan, la voz de su primo era tranquila y sin urgencia. “No he visto nada extraño”, dijo. “Hablamos principalmente de cosas habituales: familia, trabajo, las noticias”. Sus recuerdos eran cálidos pero ordinarios, no el tipo de revelación dramática que había esperado que desvelara una parte del pasado de Alan. Estaba claro que, lo que sea que Alan hubiera experimentado, se lo había guardado para sí mismo.
Aun así, escuché atentamente, analizando cada detalle. “Parecía bien. Incluso feliz”, añadió el primo. Me di cuenta entonces de lo fácilmente que Alan podría haber ocultado la intensidad de su transformación bajo la apariencia de normalidad. La conversación no confirmó nada nuevo, pero pintó una imagen de un hombre que, tranquila y quizás deliberadamente, había mantenido su viaje para sí mismo. Ese silencio solo añadió al misterio que lo rodeaba.
Advertisements
Advertisements