Mi cuñado se levantó milagrosamente después de que mi esposo nos abandonara.

Un comienzo oculto

A medida que revisitaba mentalmente los acontecimientos de los últimos meses, una teoría comenzó a formarse: quizás la transformación de Alan no había sucedido de la noche a la mañana. Tal vez había sido una construcción larga y lenta, desapercibida por la mayoría, gestándose silenciosamente bajo la superficie. Reflexionando sobre conversaciones pasadas y sutiles cambios de comportamiento, comencé a preguntarme si Alan había estado trabajando hacia este cambio mucho antes de que cualquiera se diera cuenta. Esa posibilidad lo cambió todo.

¿Y si este viaje no hubiera comenzado con un cambio dramático, sino con pequeñas y persistentes elecciones hechas a lo largo del tiempo? La idea me fascinó. Sugería un tipo de fuerza que no estaba impulsada por milagros externos, sino por la fuerza de voluntad interna. Esa idea, más que nada, añadió profundidad al misterio. Alan no solo se había recuperado, había evolucionado, y quizás el mundo recién ahora se estaba poniendo al día con esa verdad.