Alan se Sincera


Después de un torbellino de preguntas, especulaciones e incontables pensamientos no expresados, Alan finalmente decidió levantar el velo sobre su transformación. El momento se sintió monumental. Me senté frente a él, tratando de no moverme, pero la habitación parecía cargada de anticipación. Se veía sereno, pero con una corriente subterránea de energía en su postura, como si lo que estaba a punto de compartir hubiera estado embotellado por demasiado tiempo. Había una profunda sinceridad en su mirada que me decía que esto no era fácil, pero que era necesario.

Cuando finalmente habló, sus palabras llevaban el peso de semanas de misterio. “Hay algo que he querido contarte”, comenzó, con voz firme pero tenue. Era la primera vez que abordaba directamente el cambio dramático que todos habíamos presenciado. Parecía casi aliviado de hablar, como si compartir esta verdad aliviara una carga que había estado soportando en silencio. Me incliné, agradecido de que hubiera elegido confiarme lo que viniera después, sabiendo que esta conversación marcaría un punto de inflexión.

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