¡Apartaos, dormilones profesionales! Este gato se ha ganado el campeonato de la máxima variedad de siestas. No necesita una cama cómoda ni un cojín mullido. Ya sea en un taburete lleno de ropa, un estante estrecho, un zapato cualquiera o esa postura rarísima en el suelo, este maestro del sueño encuentra la paz en los lugares más inesperados. ¡Solo tiene que tener cuidado de que no lo pisen sin querer!

Al fin y al cabo, ¿para qué limitarse a la cama? El mundo está lleno de sitios extraños e insospechados para dormir, y de posturas raras, que es lo que hace que nuestros amigos felinos sean siempre tan fascinantes y divertidos.

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