La saga del divorcio de un barco

Navegando por las turbulentas aguas de la vida, un barco destaca con un eslogan que es tanto una referencia a la historia personal como un toque de ingenio: “Ella se quedó con la casa”. Esta descarada declaración, grabada en el lateral, cuenta una historia de pérdida, resiliencia y un sentido del humor que se niega a hundirse.

El capitán, claramente un superviviente de los traicioneros mares del divorcio, parece haber cambiado paredes por olas, una decisión que es a partes iguales hilarante y sabia. A medida que el barco surca el agua, se convierte en una celebración del poder de empezar de nuevo, con una sonrisa irónica. Los transeúntes no pueden evitar reírse del juguetón golpe a las curvas de la vida.

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