El gran día de Lola, este veterinario tuvo que entrar en acción
Marcus se levantó de un salto al ver a Lola. La que antes era juguetona, ahora jadeaba y gemía. Recordaba lo encantado que había estado con su espíritu juguetón durante su chequeo hacía unas semanas. Pero hoy, la ansiedad reemplazaba su alegría habitual. ¡Marcus se dio cuenta de que Lola estaba de parto! El cariño de Marcus por la peluda Lola se encendió. La levantó en brazos y salió corriendo.
Con el tiempo apremiando, Marcus se preparó para la inminente llegada de los cachorros de Lola, asegurándose de que el parto fuera seguro y sin problemas. El aire estaba cargado de expectación y tensión.
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