El excremento de águila supuestamente facilitaba el parto

Los partos siempre han sido dolorosos, pero en la Edad Media se recurría a extraños remedios para aliviarlos. Un supuesto método consistía en frotar los muslos de la parturienta con una mezcla de excremento de águila y agua de rosas.

Las comadronas juraban por ello y esperaban facilitar así el proceso del parto. Es dudoso que realmente ayudara, pero solo el olor difícilmente habría mejorado la situación.

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