Corte de pelo y extracción dental en una misma cita

Imagínate ir a cortarte el pelo y salir con un hueco recién hecho por la extracción de un diente. Precisamente eso era algo totalmente normal hace siglos, porque los barberos de entonces también eran dentistas y cirujanos del barrio. No solo cortaban el pelo, sino que también extraían dientes, hacían sangrías e incluso aplicaban sanguijuelas como tratamiento.

Por extraño que suene hoy en día, en aquel entonces se consideraba a los barberos como profesionales versátiles y hábiles. Aun así, la idea de que restos de pelo y dientes extraídos acaben en la misma sala es suficiente para revolver el estómago a cualquiera.

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