Recolector de huesos

Los recolectores de huesos retiraban meticulosamente los restos de carne que quedaban en los huesos desechados para revenderlos o procesarlos. Este trabajo tedioso y, a menudo, maloliente era realizado principalmente por trabajadores empobrecidos que buscaban sobrevivir en tiempos económicos difíciles.

Aunque humilde y poco higiénico, la recolección de huesos formaba parte de un sistema más amplio de ingenio. Las leyes modernas de seguridad alimentaria y gestión de residuos acabaron con el oficio, relegándolo al basurero de la historia.

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