Telefonista

En los primeros tiempos de los teléfonos, las telefonistas —en su mayoría mujeres— conectaban manualmente cada llamada usando cables y clavijas. Tenían que memorizar números, lidiar con personas que llamaban de mal humor y permanecer alerta durante largas horas.

Aunque más civilizado que la mayoría de los trabajos antiguos, el papel era increíblemente exigente y mentalmente agotador. La introducción de los sistemas de marcación automática finalmente los dejó obsoletos, pero su voz una vez conectó ciudades enteras.

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