Cobaya Humana

Antes de los ensayos clínicos rigurosos, algunas personas se convirtieron en cobayas humanas, ya sea ofreciéndose voluntariamente o recibiendo un pago por probar nuevos medicamentos o tratamientos. Estos primeros experimentos a menudo involucraban sustancias desconocidas, efectos secundarios impredecibles y una supervisión ética mínima. Muchos sufrieron graves consecuencias, desde envenenamiento hasta discapacidad permanente.

Aunque arriesgados y a menudo explotadores, estos primeros sujetos de prueba contribuyeron a avances médicos que salvaron millones de vidas. Los estrictos estándares éticos y las regulaciones actuales en la investigación clínica protegen a los voluntarios, garantizando la seguridad y el consentimiento informado, lo que hace que el papel de “cobaya humana” sea una reliquia de un pasado más imprudente.

Advertisements
Advertisements