Médico de la Peste
La inquietante imagen de los médicos de la peste, envueltos en largos abrigos y distintivas máscaras con forma de pico rellenas de hierbas aromáticas, proviene de la oscura historia de pandemias de Europa. Estos médicos tenían un conocimiento médico limitado y confiaban en supersticiones, creyendo que las hierbas en sus máscaras los protegerían del “aire malo” que causaba la peste. Trataban a las víctimas lancedo bubones y realizando sangrías, aunque a menudo con poco éxito.
Su presencia era tanto una señal de esperanza como de temor, ya que muchos médicos de la peste sucumbieron a la enfermedad o la propagaron involuntariamente. Con los avances en la ciencia médica y la higiene, la figura inquietante del médico de la peste se ha convertido en una reliquia de una época aterradora, más un símbolo de miedo que de curación.