Polvo de Momia como Medicina

Durante el Renacimiento, las élites europeas creían que las momias molidas de Egipto tenían poderosas propiedades curativas. Los boticarios vendían “mummia”, un fino polvo marrón hecho de huesos triturados, vendas de lino y resinas de embalsamamiento, como cura para la epilepsia, el sangrado interno y el envejecimiento.

La demanda condujo a un mercado negro de robo de tumbas y momias falsas hechas de criminales o animales. Irónicamente, los productos químicos reales de embalsamamiento eran a menudo tóxicos, y la ingestión de los mismos causaba más problemas de los que resolvían. En el siglo XVIII, la gente finalmente se dio cuenta de que comerse a los muertos no era una cura milagrosa, sino simplemente macabro.

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