Enemas de Humo de Tabaco

Sí, hubo un tiempo en que la gente creía que insuflar humo de tabaco por el recto de alguien podía devolverle la vida. Este extraño tratamiento alcanzó su punto máximo en el siglo XVIII y fue particularmente popular para las víctimas de ahogamiento. Se guardaban kits, que incluían fuelles, pipas y una dosis de nicotina, a lo largo del río Támesis, listos para la acción. Los médicos creían que el calor y los efectos estimulantes del humo podían reactivar la respiración.

Sin embargo, la práctica a menudo hacía más daño que bien. Inhalar humo a través del recto causaba quemaduras, irritación e incluso peores problemas respiratorios. Finalmente, el descubrimiento de que el tabaco era más perjudicial que útil condujo al declive del procedimiento. Pero la frase “tomar el pelo a alguien…” perdura como un guiño burlón a este capítulo absolutamente ridículo, e incómodo, de la historia de la medicina.

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