Desarrollando fortaleza
Con el paso de los años, Elara se volvió más resiliente. Los desafíos que enfrentó la transformaron en una feroz protectora de su familia. Hizo malabarismos con el trabajo y la vida hogareña, sin vacilar nunca en su amor y apoyo a sus hijos.
“Nadie nos separará”, declaró con firmeza cuando sus amigos cuestionaron sus decisiones. Asistió a las reuniones escolares, luchó por la educación de sus hijos y defendió sus derechos. Elara se convirtió en un fuerte pilar de apoyo para su familia.
Advertisements
Advertisements